Entrevista a Marifrancis Peñarroya en Málaga Hoy
Málaga Hoy. 1 de Abril de 2018
La industria turística no es una vaca que ordeñas y da leche toda la vida
-Un éxito. Hemos tenido los hoteles llenos con una ocupación del 96% y si vemos las ocupaciones previstas para julio y agosto la tendencia es mejor que el año pasado.
-Llevamos varios años de récord en la Costa del Sol ¿cree que se va a repetir en 2018?
-En nuestro caso particular nuestro récord fue en 2016 y por encima de eso creo que va a ser imposible. 2017 fue bueno y este año parece que mejoraremos. A escala general, cuando se habla de 12,5 millones de turistas no podemos perder de vista las fuentes de donde vienen los datos. No son los hoteleros sino que están sumadas las viviendas de interés turístico, que han crecido mucho. El crecimiento de los hoteleros no llegó al 1% el año pasado.
-Las pernoctaciones hoteleras cayeron el año pasado en Málaga.
-Sobre todo del cliente nacional, que es el que esperamos en julio y agosto como agua de mayo. El turismo nacional espera hasta el último momento y si te falla te quedas sin capacidad de reacción, por lo que es muy peligroso. El turismo nacional falló el año pasado en los hoteles porque una parte se desvió a las viviendas de interés turístico y porque, como hemos podido comprobar con agencias de viajes, la tendencia del español es salir más al extranjero cuando hay tiempo de bonanza.
-Si la economía va bien el español prefiere irse al extranjero y si va mal no viaja. Está complicado el asunto.
-Es difícil, porque cuando la economía va mal siempre se buscan además ofertas. De todas formas, los hoteleros siempre tenemos una excusa para llorar [se ríe].
-Este año se empieza a ver la reactivación económica de Turquía, Egipto o Túnez. ¿Puede la Costa del Sol perder muchos clientes por eso?
-Bueno, podemos volver a la misma situación que teníamos hace unos años. Si hemos hecho bien los deberes a lo mejor retenemos parte de ese turismo que nos vino regalado. En mi opinión se han hecho algunas cosas muy bien y en otras no hemos llegado a tiempo. En los hoteles se han visto grandes cambios en cuanto a mejora de infraestructuras. Torremolinos estaba muy castigado y si sigues por Fuengirola, Benalmádena o Marbella se ven infraestructuras hoteleras completamente renovadas, después de reformas que han supuesto inversiones en algunos casos superiores a los 20 ó 30 millones de euros. Estamos mucho más preparados y tenemos un mejor posicionamiento. Lo que ocurre con Turquía o Túnez es que nosotros somos muy poco competitivos. Nuestros costes de energía, salario, alimentos, bebidas, impuestos, etcétera no tienen nada que ver con los que tienen en Turquía.
-Y además los turcos están tirando los precios para captar a los miles de viajeros perdidos.
-Claro, los tiran e incluso así le sacan beneficio. Lo curioso es que el viajero internacional olvida muy rápido. Hay atentados terroristas que los extranjeros, sobre todo los británicos, olvidan. Los españoles se acuerdan mucho más.
-En Turquía hay muchos hoteles todo incluido. ¿Les puede afectar a ustedes?
-Bueno, sí. A mí los competidores me ponen las pilas. No hay miedo. Me gusta saber que hay gente que lo puede hacer incluso mejor que nosotros porque eso me va a permitir que podamos mejorar. Tenemos muchos metros cuadrados en Holiday World y muchas posibilidades para incluir lo que sea. Lo importante es estar atentos a lo que hacen los demás, conocer y viajar mucho para saber lo que hace la competencia.
-Le mantiene siempre alerta.
-La competencia te mantiene despierta. También lo hace estar asociados con los grandes touroperadores. Los grandes entendidos del turismo, y esto lo digo con ironía, afirman que los touroperadores son los enemigos, parece que hay que romper con todo lo clásico porque lo que dicen que está de moda es vender directamente al cliente. Como todo en la vida hay que buscar un punto de equilibrio. Los touroperadores han sido los que han levantado la Costa del Sol, los que mejor la han vendido, los que garantizan un volumen de ocupación determinado, son un buen socio de viaje porque te exigen más que el cliente final… Simplemente hay que ver cómo les va a los hoteles que trabajan con touroperadores y los que no. Un touroperador no firma si no renuevas antes la habitación, el restaurante o lo que sea. Nos obliga a invertir dinero, algo que no hace ni la Administración.
-¿Qué debería hacer Andalucía para seguir ganando cuota de mercado internacional?
-Estar muy cerca del empresario turístico y eso significa que se escuchen y se apliquen las plegarias que los hoteleros hacen a la Administración. La industria turística no es una vaca que ordeñas y sigue dando leche el resto de su vida. Ha ocurrido que los indicadores turísticos han subido incluso en la crisis y pienso que la Administración cree que eso es de por vida y no reforma fiscalmente la situación. Cree que los hoteleros somos los que tenemos que pagar. Que vaya la cosa bien no quiere decir que siempre haya que sacar del mismo sitio. Se habla también de la ecotasa y otros impuestos. La Administración debería tener una visión más europeísta basada en ayudar o dar ventajas a la empresa que más actividad y empleo genera. Habría que dar beneficios fiscales por méritos, no dar a todos por igual. Y eso a escala nacional, autonómica y local.
-¿Qué mercados cree que habría que explorar más?
-Más que mercados pensaría en segmentos. En mercados es muy complicado. Nosotros como empresarios hemos probado a ir a Rusia o China y es tan sumamente grande la inversión que hay que hacer para el tiempo que hay que dejar pasar hasta que consigues un cliente que no compensa. La Costa del Sol sí necesita segmentar para que no tenga todos los huevos en la misma cesta con el turismo de sol y playa. Se están haciendo algunas cosas, pero no es solo lanzar una web sino que tiene que haber infraestructuras detrás y hay que invertir. No puede ser que vendamos turismo deportivo, un cliente salga de mi hotel con la bicicleta y se lo lleve por delante un camión por la carretera nacional. Hay que ser honestos con el consumidor.
-Dentro de los segmentos se están haciendo pinitos por el cinematográfico. En su hotel acaban de grabar capítulos de la serie Allí Abajo. ¿Cómo ha sido la experiencia?
-Fantástica. Yo vengo de ese mundo porque he trabajado en productoras y juré hace mucho tiempo no meter nunca en mi casa un rodaje de cine porque sé lo que es. Pero 20 años después lo he hecho porque es una productora seria. Una vez hecho hemos visto que tenemos un plató de cine en las instalaciones porque tenemos interiores y exteriores variados como una bolera, una discoteca, zonas deportivas…
-¿Tienen más proyectos?
-Sí, esta misma productora tiene un rodaje próximo en Málaga en una serie y ya hemos empezado a hacer localizaciones en el hotel.
-Han anunciado en varias ocasiones que quieren hacer un nuevo hotel llamado Venecia. ¿Cómo va?
-En este país las cosas de palacio van despacio y la administración, en este caso local, ha tardado cuatro años para una modificación puntual de elementos. Tiene miga. Eso es porque es un empresario local porque uno extranjero no habría esperado ni cuatro meses. Eso ya está, se está cerrando la parte económica, la comercial va muy avanzada y cuando tengamos la financiación empezaremos.
-¿Cómo será el hotel?
-Será un hotel dentro del complejo con canales internos como el de Venecia, con sus gondoleros y una réplica de la plaza de San Marcos. Nos metemos en productos diferenciados porque son más atractivos para los clientes y los touroperadores.Tendría 500 habitaciones de diversas tipologías, una ciudad deportiva, piscinas olímpicas y la inversión sería de unos 200 millones de euros.
-¿Cuándo se podría empezar a construir?
-Ya no me atrevo a dar fechas pero espero que no pase de este invierno.
-Ustedes están apostando fuerte por la tecnología. ¿Qué están haciendo?
-Estamos inmersos en un plan de transformación digital que empezamos hace un año. Es un cambio cultural en la forma de hacer las cosas en varios departamentos. De cara al cliente, este año hemos aminorado el tiempo de espera en recepción para el check in con un escáner digital. También se podrá hacer dentro de un mes una reserva virtual, es decir, que cuando haces la reserva on line puedes asignarte directamente una habitación. Igual que la tarjeta de embarque del avión. Solo con mostrar el carné de identidad damos la llave de la habitación. Estamos también trabajando mucho en la segmentación y fidelización del cliente con el big data. Estas cosas son el futuro y el que no se meta ahí está perdido.
-Tienen 750 empleados y son muy activos en políticas de conciliación. ¿Qué medidas tienen?
-Somos la empresa turística líder en conciliación laboral e igualdad. Tenemos planes en todos los sentidos: en brecha salarial, oportunidades de acceso al empleo, minorías… Somos la única empresa turística nacional y una de las cuatro en general con un sello homologado que se llama EFR de nivel A. La conciliación es también el futuro porque el trabajador no busca solo un salario sino también oportunidades de crecimiento dentro de una empresa. La conciliación, además, no está concebida solo para mujeres con hijos sino para todos. No necesita lo mismo un hombre o una mujer de 18 años que un hombre o una mujer de 60. Igual un chico de 25 años soltero concilia yéndose a pescar un miércoles con sus amigos. La conciliación no es para mujeres embarazadas ni salir antes del trabajo, sino trabajar mejor. Estar a gusto e ilusionado con lo que haces. Ese es nuestro objetivo.
-¿Qué opina de la brecha salarial entre hombres y mujeres por un mismo empleo?
-Es una barbaridad. Pero sí pienso que hay que ascender por méritos. Eso de tender a la igualdad por imposición, para mí, es la mayor ofensa como mujer. Me horroriza pensar que se puedan poner mujeres floreros en los consejos de administración porque es una imposición.
-¿Qué le pareció la manifestación de hace unos días?
-Hay que salir a la calle y reclamar los derechos, pero para mí ésta estuvo politizada y eso no me gustó.
-¿Qué habría que hacer para que haya más mujeres empresarias?
-Es un tema de educación. Hay que ir a los colegios y visualizar a mujeres con puestos en la sociedad para que esas nuevas generaciones vean que no tienen límites.
-Por último, ¿qué le parece el proyecto del hotel en el puerto?
-Para mí es progreso. No creo que sea un impacto para la ciudad. Lo que hay que hacer es proyectos modernos, sostenibles y responsables.